El cierre de mayo dejó un conjunto de señales que reconfiguraron el mapa de oportunidades para los inversores. La reciente emisión del Bonte 2030, el deslizamiento del tipo de cambio y un contexto internacional más tenso debido a nuevas barreras comerciales, obligan a ajustar las estrategias de inversión para el mes de junio.
En ese marco, analistas financieros recomiendan modificar las carteras tradicionales, reduciendo la exposición al sector bancario y redistribuyendo posiciones hacia activos regulados y energía. Desde una de las principales firmas de inversión, se sugiere reducir el peso del sector bancario del 35% al 25%, priorizando a Grupo Financiero Galicia con un 15% y BBVA con un 10%.
Esa diferencia de 10 puntos se reasigna de manera selectiva: un 5% va hacia IRSA, mientras que se fortalece la presencia en empresas reguladas como Central Puerto, Ecogas Inversora y Transportadora de Gas del Norte, todas con una participación sugerida del 7,5%. La lógica detrás de esta rotación se basa en la mayor estabilidad de ingresos que ofrecen los sectores regulados en tiempos de volatilidad macroeconómica.
Otras recomendaciones apuntan a la renta variable con criterio selectivo. Si se dieran señales políticas claras —como un resultado electoral favorable al mercado y una baja significativa del riesgo país por debajo de los 500 puntos—, los analistas creen que podría iniciarse un nuevo rally alcista. En ese escenario, empresas como Pampa Energía despiertan particular interés por sus niveles de rentabilidad, su presencia diversificada en petróleo, gas y generación eléctrica, y por sus planes de expansión.
La clave, según los expertos, está en combinar cautela con inteligencia estratégica. Evitar concentraciones excesivas, elegir sectores resilientes y prestar atención al contexto político serán factores fundamentales en la toma de decisiones de inversión durante este mes.
Con información de Ámbito.